Inmunoterapia para Cáncer de Linfoma
La quimioterapia y la radioterapia son los tratamientos básicos para el tratamiento del linfoma. Sin embargo, en algunos casos, la misma quimioterapia puede deteriorar la salud del paciente debido a sus efectos secundarios y complicaciones. La radioterapia, queda seleccionada para lesiones puntuales y quizás no cubra todas las necesarias.
En este contexto, es crucial considerar sin lugar a dudas la incorporación de tratamientos avanzados, como la Inmunoterapia Personalizada de exosomas de células dendríticas pulsadas, potenciada aún más en el programa ONCOVIX® mediante la inclusión de mecanismos de terapia dirigida.
La inmunoterapia personalizada de tercera generación juega un papel crucial en el tratamiento de este tipo de cáncer.
Sus beneficios comprenden:
– Incrementar la tolerancia del paciente a la quimioterapia.
– Reforzar la eficacia de la quimioterapia.
– Reducir el tamaño de las lesiones tumorales que, en otras circunstancias, no serían candidatas para cirugía, pero ahora pueden ser tratadas con radioterapia.
– Aumentar la efectividad y tolerancia a la radioterapia.
– Luchar contra las células tumorales microscópicas remanentes tras la quimioterapia o radioterapia.
–Minimizar la posibilidad de recurrencia después de las terapias tradicionales.
– Brindar una nueva opción de tratamiento para aquellos pacientes (hasta el 50% de los casos) que no responderán favorablemente al tratamiento estándar, que incluye cirugía, quimioterapia y/o radioterapia.
Después de estos procedimientos, el cáncer todavía persiste y se ha extendido. Por ello, se realizan controles posteriores para detectar cuándo reaparecerá. Cuando esto ocurre, solo unos pocos pacientes reciben nuevas propuestas de tratamiento estándar, o en su mayoría, se les ofrece tratamiento paliativo para reducir el dolor.